Las mejores manos

Son nuestra forma de crear, trabajar, tocar y comunicar. ¡Nuestras manos son también el detalle que lo hace todo! Son el soporte de nuestras preciosas joyas, de nuestras perfectas y originales manicuras. Con una treintena de huesos, cuarenta músculos y numerosas articulaciones, nuestras manos se sobrecargan cada día. Su piel es también la más expuesta al frío, al viento y a los productos domésticos. Si añadimos el uso de geles hidroalcohólicos, que se ha convertido en un reflejo desde la época de la pandemia, y los lavados repetidos, se ven sometidos a una dura prueba. Las líneas finas, las manchas y las molestias aparecen con el tiempo. Secos, sensibilizados, maltratados, ¡traicionan nuestra edad!

A menudo olvidados en nuestra rutina, es hora de mimarlos.

Preparar el terreno

Al igual que el rostro, necesitan revitalizarse de vez en cuando para eliminar las pieles muertas y preparar la piel para su cuidado. Si no tienes ningún producto específico, aléjate de tus tratamientos faciales. Sus fórmulas son suaves y pueden adaptarse perfectamente a esta zona. Aplicar el Exfoliante Biológico con movimientos circulares muy suaves. Aclarar con agua tibia y secar con palmaditas. Asegúrese de hacer esto para no dañar la piel por el roce. 

A continuación, aplique una mascarilla en la parte superior de las manos, sin olvidar la zona alrededor de las uñas. Elige una mascarilla nutritiva como la Mascarilla Esencial Nutri Confort, ya que la piel la necesita cuando hace frío. Dejar actuar y aclarar con agua tibia. Utilizar una o dos veces al mes.

Nutrir en profundidad

Un gesto esencial que debería convertirse casi en un ritual, la aplicación de una crema de manos protege, nutre y repara. La Crema de Manos Larga Vida, especialmente adaptada a esta zona, contiene activos como el Liposkin, que nutre en profundidad, la Vitamina E, que protege la epidermis de las agresiones externas, y un complejo exclusivo, el Cellular Nutrient Medium, que repara. Además, Melanoxyl combate las manchas marrones que delatan el paso del tiempo.

Una vez elegida la fórmula adecuada, la aplicación debe ser regular y diaria. ¿Lo ideal? Dos veces al día, especialmente cuando las manos sufren. Es un hábito que hay que adquirir. La piel se vuelve más flexible, más fuerte y el envejecimiento se retrasa. Aprovecha para masajear las palmas de las manos, los dedos y sobre todo las uñas para estimular su crecimiento. Incluso un masaje rápido le proporcionará una relajación inmediata.

Una visita obligada.